Tras conocer un poco sobre qué es el TOC, es crucial conocer tanto cómo se diagnostica como cuál es el tratamiento más adecuado. En esta entrada profundizaremos en ambos aspectos.
Diagnóstico
Como bien dice su nombre (Trastorno Obsesivo Compulsivo), los pacientes que lo padecen presentan un comportamiento obsesivo, con pensamientos indeseados (que serían las obsesiones) ante los cuales tienen la necesidad de reaccionar (compulsiones).
Al igual que en las otras enfermedades mentales tratadas anteriormente en el blog, para diagnosticar este trastorno, los profesionales de la salud mental se basan o bien en el DSM-V o bien en el CIE-10.
Entre los pasos para diagnosticar el TOC, pueden mencionarse los siguientes:
Exploración física. Se puede realizar para descartar otros problemas que pudieran estar causando los síntomas y para detectar cualquier anomalía o complicación relacionada.
Análisis de laboratorio. Se puede realizar, por ejemplo un hemograma completo, control de la función tiroidea y detección de uso de alcohol y drogas.
Evaluación psicológica. Incluye analizar los pensamientos, sentimientos, síntomas y patrones de conducta. También podría incluir comunicación con familiares y amigos.
Al igual que en otras enfermedades mentales, el TOC puede ser difícil de diagnosticar por presentar síntomas similares a los de otros trastornos, como podría ser trastorno de la personalidad obsesiva compulsiva, trastornos de ansiedad, la depresión, la esquizofrenia u otros trastornos de salud mental. Además del TOC, es posible presentar algún otro trastorno mental.
Los criterios de diagnóstico se basan, principalmente en los signos y síntomas. Por una parte, las obsesiones, se definen según pensamientos, impulsos o imágenes mentales que se repiten constantemente. Estos son indeseados e inevitables para el paciente con TOC, pudiendo llegar a causar mucha ansiedad o estrés. Por otra parte, la persona que tiene estos pensamientos, impulsos o imágenes mentales trata de ignorarlos o hacer que desaparezcan.
En este vídeo podemos ver cómo es un día en la vida de un paciente con TOC
Además de las obsesiones, es importante analizar también las compulsiones. Las conductas o pensamientos(como revisar algo una y otra vez, colocar las cosas en un orden específico, realizar una serie de movimientos, por ejemplo antes de salir de casa, persignarse una y otra vez, rezar, contar números o repetir palabras…), que se repiten constantemente para saciar la obsesión. La persona siente que el propósito de estas conductas o pensamientos es prevenir o reducir la angustia, así como evitar una situación o acontecimiento temido. Sin embargo, estas conductas o pensamientos no tienen relación con la realidad o bien son extremadamente exagerados.
Además según varios especialistas, un paciente con TOC debe cumplir los siguientes criterios. Las obsesiones o compulsiones deben consumir mucho tiempo o causar una angustia y/o frustración intensa o bien deben interferir en la forma de vida normal. Por otras parte, los síntomas no deben ser desarrollados por el consumo de medicamentos o drogas, ni a otra afección.
Así mismo, el diagnóstico debe indicar además si el paciente con TOC comprende que los pensamientos obsesivo compulsivos pueden no ser ciertos, así como identificar si la persona tiene o ha tenido algún trastorno de tic.
Tratamiento
Con el tratamiento correcto, el TOC puede ser controlado eficazmente en el 75% de los casos. Normalmente, dicho tratamiento se basa en el uso de psicofármacos y de psicoterapia, sin embargo, en ciertos casos graves, se puede recurrir a otras técnicas como la neurocirugía.
El tratamiento para el TOC puede no curar dicho trastorno completamente, sin embargo puede ayudar a controlar los síntomas y proporcionar una mejor calidad de vida. De hecho, algunos paciente, precisan tratamiento de por vida.
Fármacos para tratar el TOC
Recientemente ha sido descubierto, que en los pacientes con TOC, la secreción de serotonina está alterada. Esto tuvo un gran impacto en el tratamiento farmacológico para este trastorno. En la actualidad los medicamentos de elección son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), entre los que podemos encontrar la fluoxetina, la fluvoxamina, la paroxetina y la sertralina.
Según una de las fuentes de información consultadas, recientemente se han incluido también en el tratamiento los denominados inhibidores de la recaptación de la serotonina y de la noradrenalina (IRSN), entre los que figuran la venlafaxina y la mirtazapina. Estos dos últimos se utilizan en dos casos especiales, a mencionar cuando el tratamiento con los ISRS no funciona o cuando el paciente padece además de TOC, una depresión.
Según dicha página, el 80% de los pacientes con TOC muestran alguna respuesta al tratamiento farmacológico. A pesar de esto, es solo la mitad de ellos los que obtienen una clara remisión de los síntomas y la disminución en la frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones.
Psicoterapia
La terapia cognitivo-conductual (TCC) suele mostrarse efectiva en personas con TOC. La exposición con prevención de la respuesta (EPR), implica la exposición gradual a objetos temidos u obsesiones y enseña maneras saludables de hacer frente a la ansiedad del paciente. La EPR implica esfuerzo y práctica.
Además de estas, hay otros tipos de TCC eficientes para tratar el TOC. La terapia puede desarrollarse en familia, individual o en grupo.
A continuación, dejamos el link de una guía llamada Alivio para el TOC, para pacientes que padecen dicho trastorno. Nos ha parecido muy interesante, porque se explica muy bien dicha enfermedad, incluyendo datos epidemiológicos, recomendaciones para estos pacientes... por lo que recomendamos su lectura.
Esperamos que os haya gustado y parecido interesante esta entrada!
Fuentes de información
American Psychiatric Association. Diagnostic and statistical manual of mental disorders, fifth edition: DSM-5. Washington, DC: 2013.
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