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Síndrome de Cotard: dos casos reales.

Hoy nos vamos a Cataluña y a Bélgica, donde veremos dos casos de Síndrome de Cotard, explicado anteriormente en otras entradas. Con estas entrevistas tal vez se pueda ver mejor la difícil vida de un individuo con esta afección. Nos basamos en dos noticias encontradas, que dejaremos abajo a través de un link directo.

En el primer caso, nos encontramos con una de las últimas pacientes españolas que padece el Síndrome de Cotard. Esta paciente, según comentan sus hijas, a veces afirma que no puede andar porque la mitad de su cuerpo sigue en cama. Otras, se niega a comer, síntoma característico de este trastorno, ya que asegura que su estómago ha desaparecido.
En la noticia se entrevista al psiquiatra Manuel Sánchez Pérez. Éste afirma que existen muy pocos estudios al respecto en nuestro país y, en general, en todo el mundo. “Su escasa frecuencia y su dependencia de otras enfermedades de base hacen que solamente se hayan publicado estudios observacionales, a propósito de uno o pocos casos concretos”, afirma el psiquiatra catalán.
Manuel Sánchez Pérez, psiquiatra
Este síndrome se sigue investigando hoy debido a la escasa información existente sobre el mismo. En la noticia se afirma que se ha sugerido la existencia de lesiones del lóbulo parietal del cerebro, sin embargo, no hay evidencias claras de este hallazgo.
Sánchez Pérez es el psiquiatra que ha tratado con la paciente previamente mencionada. Esta mujer, al contrario que la mayoría de los pacientes que padecen este síndrome, no padecía ningún trastorno ni patología previa. Son sus hijas las que nos dan información de cómo brotó el caso de su madre. “Éste es el segundo brote que sufre”, afirman. “El primero se presentó de pronto, bajo una desorientación súbita en el año 2001. Me llamó diciendo que no sabía hacer absolutamente nada. estuvimos dos años visitando a diferentes especialistas hasta que al final descubrieron que lo que padecía era el síndrome de Cotard”.
Como ya hemos visto en entradas anteriores del blog, el diagnóstico de este síndrome es muy complejo y se basa casi siempre en la observación de los síntomas descritos. A pesar de esto, se realizan exploraciones complementaria, como pruebas de neuroimagen, que lo que nos proporcionan es un descarte de otras posibles afecciones.
Pruebas de neuroimagen en el Síndrome de Cotard
Tras ser diagnosticada con Cotard, esta paciente catalana fue tratada con terapia electroconvulsiva (TEC). “Se le aplicaban sesiones cada 48 horas, que se fueron distanciando en el tiempo hasta que pudo hacer prácticamente vida normal. Esto supuso varios años de TEC y la consiguiente pérdida de memoria asociada a este tipo de proceso”.
Terapia electroconvulsiva (TEC)
Tal y como se menciona en la noticia del diario “El Mundo”, es segundo brote de la catalana apareció en mayo de 2016. Se desarrolló a partir de lo que parecía una alergia cutánea, sin embargo, el cuadro fue todavía peor que el anterior. La paciente llegó a creer que además de ella, también sus familiares estaban muertos. Además de creer que algunos de sus miembros o ellos mismos están muertos, muchos pacientes cometen actos de violencia contra su propio cuerpo, pudiendo llegar a acabar con su vida.

La hija de la paciente catalana explica que no existen asociaciones de apoyo a los familiares y pacientes en España. Así mismo, menciona que es complicado conseguir ayudas económicas para paliar el tratamiento.
«La vida sigue, la sociedad no está preparada para estos casos: tienes que seguir cumpliendo unas normas, ir a trabajar...», denuncia, «pero no creo que esto sea exclusivo de quienes padecen Cotard, sino de buena parte de las personas con algún trastorno psiquiátrico. La vivencia es supervivencia. Uno se termina adaptando, pero eso no significa que no sea duro, que no sea difícil de llevar y que no te marque».
De Cataluña, nos vamos a Bélgica, donde nos encontramos con el caso de Graham, un hombre de 48 años que en 2004 padeció un brote del Síndrome de Cotard. Unos meses antes había intentado suicidarse por electrocución, metiendo un cable de la luz en la bañera, y el episodio le provocó una depresión que desembocó en lo que se conoce como síndrome de Cotard, así dice el artículo original.
Graham se diagnosticó con este síndrome cuando acudió a su médico convencido de que su cerebro había muerto tras el intento de suicidio. A continuación transcribimos sus palabras:
"Es difícil de explicar", asegura. "Me siento como si mi cerebro ya no existiera. Les insistía a los médicos que las pastillas no iban a funcionar porque yo ya no tenía cerebro. Me lo freí en la bañera". Su estado alcanzó tal extremo que Graham salió un día de su casa y se dirigió al cementerio para quedarse. "Solo sentía que debía estar allí", explica. "Era lo más cerca que podía estar de la muerte".  

El caso se hizo famoso llegando hasta Reino Unido, donde Adam Zeman y steven Laureys le sometieron a una prueba de imagen cerebral. A partir de la misma, descubrieron que su corteza cerebral se parecía a la de una persona en estado vegetativo o anestesiada.


“Nuestros datos, escriben en el estudio publicado en la revista Cortex, "sugieren que la profunda alteración del pensamiento y la experiencia, expresados en el síndrome de Cotard, refleja una profunda alteración en las regiones cerebrales responsables del 'núcleo de la conciencia'". Su hipótesis, a falta de más estudios sobre el fenómeno, es que la reducción del metabolismo produjo en Graham esa experiencia alterada del mundo, en la que él creía no existir.” (fragmento original del artículo)

Graham se ha recuperado gracias a la psicoterapia y la medicación, dejando atrás este episodio de síndrome de Cotard "Ya no siento que mi cerebro está muerto", confiesa. "Las cosas se ponen un poco extrañas algunas veces".


En este artículo se incluye el artículo original del que se ha sacado la entrevista e información: https://www.newscientist.com/article/dn23583-mindscapes-first-interview-with-a-dead-man/?full=true

Pues hasta aquí la entrada de hoy. Esperamos que os haya gustado y os haya parecido interesante. Os recomendamos visitar y leer detenidamente las entradas originales, pues poseen mucha más información que la transcrita en nuestro blog. Hasta la próxima!

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